Encuentro de familia claretiana: Lanzados a la misión, en comunión y tras las huellas de Claret

El pasado sábado 22 de marzo tuvo lugar un encuentro de Familia Claretiana de Madrid. Así, en torno a 40 personas entre consagrados y laicos que viven su bautismo al estilo de Claret se reunieron en nuestro colegio del barrio de Prosperidad para compartir un momento de alegría vivida en torno a un mismo carisma, pudiendo poner en común sueños, búsquedas, oración, vida y misión.

La jornada, que introdujo nuestro superior mayor, el P. Adolfo Lamata como anfitrión, contó con una profunda conferencia inicial que impartió el P. José Cristo Rey García Paredes. Así, el misionero evocó la memoria del Padre Claret desde una perspectiva muy peculiar: el “cuerpo entregado” de Jesús y la “adoración” eucarística.  

De tal modo, el religioso y experto profesor comenzó recordando aquel 26 de agosto de 1861, cuando a nuestro Fundador se le concedió la gracia de conservar en el pecho las especies sacramentales y la importancia –‘gracia de capitalidad’, como la definió el P. Juberías– que este hecho significa para su familia carismática. “La ‘gracia grande’ nos debe estimular a comulgar de verdad: en la Palabra y en el Sacramento”, animaba el conferenciante. “Cuando comulgamos la Palabra y el Cuerpo también nosotros somos portadores de la Palabra y del Cuerpo; como herederos de Claret, no debemos olvidar el impulso y el horizonte que el Espíritu nos ofrece a través de él”.

“Una tentación frecuente en nuestro tiempo es el narcisismo, y su antídoto es la devoción”, advertía el P. Cristo Rey en un segundo momento de su charla. “Pues la devoción nos vuelve agradecidos y humildes, característica de nuestros Fundadores”. Y, pasando de la devoción a la adoración, el misionero proseguía explicando que “en la adoración experimentamos que una realidad infinita nos busca, nos encuentra, nos acosa; es Jesús Resucitado que está presente y se nos acerca”. “Adorar es reconocer que, a veces, la vida nos regala destellos de algo más grande... y que basta con decir ‘sí’”, instaba.

Finalmente, en el último momento de su intervención, explicando la mística en la Misión, el religioso aseveraba que en nuestro mundo, en nuestro ‘hoy, “la adoración eucarística nos recuerda que Dios está en lo cotidiano”. “Por eso, el Sagrario no es un depósito, sino el latido del corazón de la Iglesia”, concluyó.

Seguidamente, la jornada se desarrolló ofreciendo la palabra a cada una de las cuatro ramas carismáticas presentes, que explicaron compendiosamente las noticias de familia que han ido sucediéndose a lo largo de este último año. Entre ellas destacó la alegría compartida que expuso D. Jorge González, al frente de los Seglares Claretianos, cuando anunció que ocho jóvenes procedentes del colegio Máter de Madrid han pedido entrar a formar parte del Movimiento. La celebración anunciada entonces tuvo lugar el 5 de abril en la capilla de las tejas de la parroquia San Antonio María Claret de Madrid.

Y volviendo al programa del encuentro de familia claretiana, tras la puesta al día compartida, se pasó a celebrar una participada y viva eucaristía, que presidió el P. José Cristo Rey García Paredes. Para finalizar la tarde, se dispuso un ágape fraterno, momento en el cual se pudo agradecer cómo es maravilloso estar con los hermanos sintiéndose en familia.