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Somos el equipo PUCH, Personas Unidas Contra el Hambre



“Se ha recaudado más que en años anteriores con otras campañas”, explica en la recta final del curso Francisco Carril, director de PROCLADE, cuando nuestra oenegé hace balance de los resultados obtenidos con la campaña que desde hace nueve meses puso en marcha en colegios y parroquias de la provincia para luchar contra el hambre. “Ha sido una campaña que se ha recibido como muy cercana, pues hemos dado la oportunidad de que muchos aquí se sientan protagonistas del trabajo que desde nuestra fundación hacemos en otros lugares”, añade apuntando al primer motivo del éxito.
Y lo cierto es que no ha sido solo eso. La base de la receta también ha pasado por una gran labor donde el equipo técnico de PROCLADE ha enviado a los colegios un pequeño reto mensual para trabajar en el aula. Algo sencillo, pero muy visible, pensado para que hayan podido participar todos y fuera muy fácil dinamizar. “Esto ha dado un sentido de equipo y ha ayudado a lograr nuestro objetivo común: acabar con el hambre”, plantea.
Pero aún hay más, pues la presentación y creatividad de la campaña ha enganchado con familias y alumnos. Así, basándose en la idea formar un mismo equipo, el de ‘Personas Unidas Contra el Hambre’, -“donde sus siglas, PUCH, han sido nuestra insignia”, apostilla el director-, hemos luchado para acabar con nuestro enemigo común, la falta de alimentos y el reparto justo de la comida. “En ese sentido, todos somos indispensables, y todos somos superhéroes”, remacha Carril. “Cada proyecto o acción es posible porque personas valientes y luchadoras apuestan por mejorar y cambiar sus vidas, sacar a sus familias adelante y ayudar a otras personas de sus comunidades o barrios en el proceso. Estas personas son auténticos superhéroes pero, como todos en algún momento, necesitan nuestro apoyo para poder seguir adelante”, explica dando forma al sentido de la campaña”. Por ello, “el equipo PUCH lo componen las diferentes personas que tienen el objetivo común de acabar con el hambre”.
Y aquí es donde entramos todos. “Los colegios claretianos, alumnos, profesorado y personal del colegio, familias, parroquias y amigos: ellos han sido quienes durante este curso han facilitado el soporte económico que necesitan aquellos que atraviesan en este momento un cierto nivel de dificultad”. Y además, “entre todos hemos podido hacer visible lo invisible y contar las situaciones de injusticia y pobreza que enfrentan las personas más vulnerables”.
Nueve meses en tres proyectos
Durante estos nueve meses, hemos tenido presencia en tres países y tres proyectos de PROCLADE, uno por trimestre. “El primero ha sido Cuba, y los proyectos de comedores sociales para personas mayores”. El segundo, “República Democrática del Congo, con los proyectos agrícolas en Badara”. Finalmente, “Ucrania, y la entrega de alimentos a familias desplazadas”.
De cara al año que viene, Carril adelanta que “vamos a darle más contenido e impacto”. “Queremos que llegue a otro público, a más personas”. “Hemos trazado una estrategia que gira en torno a bibliotecas humanas”, es decir, personas “que acerquen su vivencia, la de quienes son protagonistas de la lucha contra el hambre, de modo que nos cuenten de viva voz sus heroicas historias”, añade refiriéndose a misioneros claretianos y otros compañeros que podrían presentarnos su trabajo y desvelos en diferentes zonas de misión. La idea, por tanto, “es que para el próximo curso pudiésemos sacar una nueva edición del Equipo PUCH, con una línea creativa un poco más viva, pero contando con los mismos personajes”. Además, “se sumarán a estos tres países otros tres más” mostrando así “la encomiable labor de tantos superhéroes que trabajan por la vida”, concluye.