Inauguración de las obras de la comunidad asistencial de Colmenar Viejo

La comunidad asistencial de Colmenar Viejo (Madrid) es una de las mayores riquezas de esta provincia claretiana. En ella residen veintiún misioneros retirados ya del ejercicio pastoral que dan un admirable testimonio de alegría y juventud de espíritu. Su misión permanece intacta pese al paso de los años, y con la misma pasión con que ayer predicaran el Evangelio, hoy, en la serenidad de su ancianidad, siguen poniendo toda su confianza en Dios, pidiendo su intercesión en nuestro favor, animando a quienes escuchan su voz a seguirle y servirle más y más.

El gobierno provincial, bien consciente de la intensa comunión que procuran nuestros hermanos más mayores con el resto de la provincia, no puede dejar de mirar por ellos y responder a las necesidades en atención a sus cuidados personales. Así, hace tres meses, decidieron dar comienzo a una obra de adecuación y remodelación de los espacios en los que vive esta comunidad, y el pasado viernes se celebró la inauguración. “Esta obra supone una mejora, no solo en términos de comodidad de los claretianos que aquí residen. También repercutirá favorablemente en la salud y en la facilidad de los cuidados que les queremos proporcionar a quienes han gastado sus cuerpos en el servicio del Evangelio”, informa Evencio Cuñado, hermano claretiano y director de la residencia. Al tiempo, Evencio expresa el agradecimiento a los casi quince empleados, entre enfermeros, personal de limpieza y cocina, que ofrecen asistencia especializada los siete días de la semana.

La adecuación de espacios ha consistido en una reforma completa de veintidós habitaciones individuales distribuidas en dos plantas, y para la cual se ha procurado aprovechar todos los metros cuadrados disponibles. También se han adecentado los espacios correspondientes a un pequeño almacén y a una habitación destinada a servicios de lavandería y planchado. Como novedad, se ha habilitado otro espacio que se conoce como ‘el botiquín’, y que se divide entre un servicio de control de enfermería y una cama en habitación contigua a éste separada por un cristal transparente, permitiendo así la vigilancia y evaluación de quien durante un periodo de enfermedad grave precisara de cuidados intensivos.

Durante la inauguración, a la que asistió el gobierno provincial al completo y un nutrido grupo de misioneros que residen en la comunidad asistencial, se palpaba el sentimiento de gratitud. Unos, por el servicio misionero que ha sembrado semillas del Reino; y otros, por las atenciones con las que hoy se les cuida. Así, al término de la bendición que impartió el P. Provincial, los claretianos allí presentes, entre los que se encontraban algunos superiores de otras comunidades claretianas, compartieron un ágape dispuesto para la celebración.