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Ordenación de Germán Padín
La tarde del sábado 25 de junio, en la iglesia parroquial de San Vicente de Meirás, cerca de Ferrol (A Coruña), fue ordenado presbítero el misionero claretiano Germán Padín Prado. La celebración fue presidida por el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Manuel Monteiro de Castro, Arzobispo de Benevento.
Previamente, el representante de Su Santidad había visitado la comunidad claretiana de Ferrol y compartido y departido amigablemente a la mesa con sus miembros. Momentos antes de la ordenación, de camino al templo, pudo saludar a un buen número de personas congregadas en el convento de Baltar, lugar donde reside la otra comunidad claretiana de la zona. Ante la imagen del Corazón de María de su santuario rezó en privado durante unos instantes y dirigió, posteriormente, una breve plegaria común. Bendijo también una placa conmemorativa de su paso por Baltar.
La ceremonia de ordenación fue sencilla y sentida. Acompañaban al Nuncio el Superior Provincial de León, P. Luis Alberto Gonzalo Díez y el Superior de la Confederación Claretiana, P. Manuel A. Tamargo. Concelebraron cerca de treinta sacerdotes claretianos desplazados desde las comunidades de la Provincia y varios sacerdotes diocesanos. Animó musicalmente el coro parroquial de San Vicente de Meirás. El templo se quedó pequeño para albergar a un numeroso grupo de fieles de la zona y amigos y familiares de Germán que no quisieron perderse un momento tan importante. El Nuncio supo en todo instante mostrar una gran cercanía y un notable talante pastoral. En la homilía, con gran capacidad simbólica, dio gracias a Dios por lo admirable de su obra reflejada en sus criaturas y animó a Germán a ser fiel a su vocación sacerdotal aun en los tiempos difíciles que como Iglesia nos toca vivir.
Finalizada la celebración sacramental, continuó la fiesta en los locales parroquiales. Toda una degustación de los productos que esta rica y generosa tierra ofrece a sus gentes. Una cena en el convento de Baltar, a la que asistieron los familiares, claretianos y amigos del neopresbítero cerró de un modo espléndido la jornada.
Al día siguiente, Germán presidió su primera Eucaristía en su localidad natal, O Grove (Pontevedra). Le acompañaron un buen grupo de personas y constituyó todo un acontecimiento en la villa marinera que un día le viera nacer. Emoción, agradecimiento, alegría e ilusión fueron los sentimientos comunes compartidos por todos cuantos le acompañaban. A buen seguro que la presencia amorosa y providente de Dios no le faltará durante el camino que ahora continúa…