Para nosotros, cada meditación puede convertirse en fuente, en punto de partida para profundizar, en espejo donde ver y revisar la propia vida misionera, o en inspiración para practicar ordenadamente las virtudes propias del misionero claretiano. El memorial del misionero es el punto de llegada para Ciaret. Para nosotros es punto de partida, compañero de camino y meta final de nuestro crecimiento en Cristo.