"Aquí tiene usted mis manos, y si lo quiere, colóqueme las esposas y lléveme preso, pero yo como sacerdote y como obispo, no voy a dejar de denunciar los sufrimientos de mi pueblo”. Estas habrían sido algunas de las palabras [1] con las que el actual arzobispo de Barquisimeto (Venezuela), Monseñor Antonio López Castillo, respondió al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Previamente, desde este servicio, cuenta López Castillo, habian ido a "entrevistarle" para "convencerlo" de que "parara las denuncias" que el prelado realiza constantemente en contra del Gobierno de Nicolás Maduro. Y es en que varias prédicas, el obispo ha realizado denuncias en contra del "régimen opresor". 

Incluso algunos medios [2]apuntan a que en el mes de enero, Monseñor habría sido detenido por el régimen venezolano después de que Maduro pidiera enjuiciar a los obispos Antonio López Castillo y Víctor Hugo Basabe, debido a que a su juicio cometieron "delitos de odio". Unas declaraciones del presidente venezolano que llegaban después de que el Obispo de Barquisimeto hubiera realizado una homilía previa a la salida de la Divina Pastoral en la que dijo: "Divina Pastora, líbranos del hambre, líbranos de la corrupción (...). No creemos en la misiera. Basta ya de hambre".