Nuestra casa de Los Molinos acogió los días 22 y 23 de febrero un encuentro provincial de adolescentes: la “Quedada Claret 2014”. En total nos juntamos cerca de 200 personas: de Gijón, Logroño, Madrid-Claret, Madrid-El Espino, Oviedo y Segovia.

De doce a doce. De doce de la mañana del sábado a doce del domingo. Veinticuatro horas muy intensas. Quienes venían desde Gijón adelantaron la llegada y el viernes ya durmieron en Los Molinos. A mediodía del sábado ya estábamos preparados para comenzar, con las presentaciones de rigor: conocer los lugares de origen y conocernos las personas. Para muchos era un reencuentro después del Campamento conjunto de Pirineos del verano pasado.

Después de la comida y el descanso empezaron las actividades de la tarde. La alegría del Evangelio, llevaba por título el encuentro. La alegría de creer, la alegría de hacer y la alegría de celebrar, fueron los tres momentos de esa tarde.

Lo que el cristiano cree: una reunión formativa por grupos. El texto del tesoro y la perla (Mt 13, 44-46) nos sirvió de referencia para descubrir los tesoros de nuestra vida y a Jesús como el gran tesoro.

Lo que el cristiano hace. Segunda parte en forma de talleres. Tres: 1) La alegría del testimonio de las distintas formas de vida: un matrimonio, una religiosa claretiana y un postulante claretiano. 2) La alegría de ser voluntario de Proclade: para comentarnos cómo alguien vive su fe desde la solidaridad. 3) La alegría de ser misionero: desde tres lugares distintos (Perú, Zimbabue e Indonesia) tres misioneros -por videoconferencia- nos mostraron sus ilusiones e inquietudes.

Lo que el cristiano celebra. Momento para la reconciliación, como el hijo pequeño que vuelve a casa. Y una fiesta: cena gozosa y festival para acabar la jornada.

El domingo, los últimos momentos. La oración de la mañana, el desayuno, la recogida y la celebración de la Eucaristía de envío antes de salir a nuestros lugares de origen cargados con la alegría del Evangelio.