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El P. Luis Ángel de las Heras, CMF : “Dios siempre me mira con misericordia”

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“Se me pidió el consentimiento al servicio episcopal. Y lo di acordándome de las palabras que nos dedicó el Papa Francisco en el encuentro que tuvo con nosotros el pasado mes de septiembre, en el Capítulo General de los Misioneros Claretianos en Roma: obediencia. Obediencia en el sentido de nuestra vida profética”.

El nuevo obispo de la diócesis gallega dio así comienzo a la rueda de prensa de ayer, jueves 17 de marzo en la sede de la Conferencia Española de Religiosos, agradeciendo al Santo Padre el nombramiento. Al aceptar, es también mucho lo que dejará. No solo el cargo de Superior Provincial y la vida comunitaria –“se formará Capítulo Provincial y ellos continuarán su marcha en clave de profecía, de misión y de esperanza”-. También la presidencia de CONFER, nombrado en el 2.013, y que le convierte en el primer Presidente que en el ejercicio del cargo es nombrado obispo.

“CONFER presta un gran servicio a la Iglesia, que a través de los religiosos atienden a los más pequeños, a los más pobres. Esto no sale en las noticias porque los religiosos no quieren que se conozca, pero creo que hoy lo tenía que decir. Es una fuerza muy grande, transformadora de la sociedad”, añadió De las Heras. Ahora será Mª Rosario Ríos, odn, quien asuma la presidencia hasta la celebración de la próxima Asamblea de institución, a mediados del mes de noviembre. “Mariña será la primera mujer que presida CONFER, y esto es una alegría”, comenta.

Al ser preguntado cómo se imagina ser obispo, sus primeras palabras fueron para san Antonio María Claret, obispo misionero: “Quisiera ser obispo al estilo de nuestro Fundador. Los Hijos del Inmaculado Corazón de María vivimos en un estado permanente de misión, y esta es una llamada a la misión. Así es como quiero presentarme, como misionero”. Y desde este punto de vista cobra aún más sentido la elección de la frase de san Juan Damasceno “Apaciéntame, Señor, y apacienta tú conmigo”, como lema episcopal. “Yo no he hecho ningún mérito para ser obispo, pero sí quiero decir algo que me llamó mucho la atención, que fue cuando el Papa se declaró un pecador. Y yo también lo soy. Me refiero a la manera de entender la misericordia de Dios”.

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