Refugiados en España: Iniciativas que ayudan a seguir soñando

La atención sobre el terreno a los damnificados a causa de la guerra en Ucrania constituye, a buen seguro, el mejor apoyo. Prueba de ello son los testimonios que nos llegan de los misioneros claretianos que en el este de Europa siguen recibiendo ayuda continuada para paliar las consecuencias de este grave conflicto y la crisis humanitaria que genera. Nuestra Fundación Proclade informaba a finales del mes de agosto que ya son más de 150.000 euros los que ha enviado a las zonas de conflicto, y gracias a los cuales se han podido cubrir las necesidades más básicas de los desplazados en la frontera misma del país. Todas estas son iniciativas que resultan esenciales, pero también se necesitan otras formas de ayuda. La población desplazada que recala en España ha seguido llegando durante el verano, y dado que el conflicto tiene la triste previsión de continuar, la asistencia a los refugiados en nuestro país precisa redoblar esfuerzos.

Construir una respuesta para la dura situación que trae consigo quien se ha visto obligado a abandonar su hogar interpela al corazón de cada misionero de esta provincia, de cada comunidad, posición y apostolado, y en este sentido son múltiples las iniciativas que intentan sumar con su granito de arena a favor de una defensa eficaz que redunde en nuestra misión de servir y acompañar las vulnerabilidades de los refugiados de la guerra. La última noticia de quienes han puesto en marcha una acción que da cuenta del compromiso del cuidado con el más necesitado ha venido de la mano del CM Alcalá, que en colaboración con el Plan de Acogida a personas afectadas por la guerra en Ucrania de la Universidad Complutense de Madrid ha otorgado una beca completa a un joven que se vio forzado a abandonar su hogar en Ucrania. “Hoy Ivan está perfectamente adaptado y puede continuar desde aquí sus estudios de Grado de Odontología”, relata Gabriel Beltrán, director del colegio Mayor. Ivan ha dejado atrás un viaje plagado de tribulaciones, y también una primera estancia en nuestro país alejada de toda normalidad. Hoy su trabajo, su capacidad de sacrificio, su juventud y su entusiasmo enriquecen a la comunidad que lo acoge. “Esta bella historia tiene mucho que ver con el gobierno provincial de los claretianos de Santiago, que ha animado y respaldado esta iniciativa desde el comienzo, ayudándonos a todos a madurar en humanidad y en definitiva, a construir así un ‘nosotros’ más grande”, finaliza Beltrán.