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Un libro rinde homenaje a Maximino Cerezo, cmf, en su Villaviciosa natal

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Un volumen cuidadosamente editado, el Cuaderno 29 de la Asociación Cubera, hace memoria de la vida del pintor Maximino Cerezo Barredo, -Mino-, religioso claretiano nacido en Villaviciosa (Asturias) en 1932. Un libro que quiere homenajear desde su tierra a uno de sus hijos más queridos, y dejar patente cómo su prolífica obra pictórica ha influido directamente en todos aquellos que en el último tercio del siglo pasado lucharon en América Latina por la justicia y la paz.

Aunque no solo a ellos. Actualmente, su obra es motivo de estudio en distintas Universidades y está presente en más de medio centenar de Iglesias y Catedrales por todo el mundo. Su estilo, tan reconocible, ha dado lugar a multitud de grabados, ilustraciones y murales que se han convertido en herramienta de trabajo de muchos pastoralistas. “Quiero que toda mi obra se use libremente. De hecho, está al alcance de cualquiera en internet”, recordó él mismo.

Comenzó el acto el presidente de Cubera, D. Ángel Valle, que agradeció las circunstancias que se fueron dando para que la figura de Cerezo Barredo pudiera protagonizar esta edición. Especialmente emotivo fue el momento en que mostró la primera obra del misionero: el cartel de las Fiestas del Portal de 1949, de la que hoy tenemos constancia gracias a su hermano Gonzalo Cerezo, presente en el acto junto a un nutrido grupo de familiares y amigos. Algunos aún vecinos, pero otros venidos de fuera. También pudo hacerse presente Juan Lozano, misionero claretiano y profesor del Colegio Corazón de María de Gijón, en el que, además, estudió Mino.

Más tarde intervino en el acto la autora de la monografía, la periodista asturiana Isolina Cueli. Ella ha sido la persona que, codo a codo con el pintor, ha recopilado estas 200 imágenes en 96 páginas. Para que el público asistente pudiera hacerse una idea de lo que le espera al abrir el libro, se proyectó un vídeo con toda la trayectoria artística de Cerezo Barredo.

Tras las palabras de agradecimiento del alcalde, D. Alejandro Vega, que ha implicado al Ayuntamiento de este proyecto como coeditor a través de la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, tomó la palabra el protagonista de la tarde, el P. Maximino Cerezo. Tuvo palabras de agradecimiento y de recuerdo también para esta tierra. “Si la patria de todo hombre es la infancia, la mía es esta, sin duda”, comenzó diciendo. Para más tarde hablar de su inicio en la vida religiosa, como profesor primero y como pintor después. Y de cómo le ha marcado ofrecer toda su vida a la misión, colaborando con el Reino.

(Foto: Villaciosahermosa.com)

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