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Los claretianos europeos concuerdan criterios para seguir sirviendo a los jóvenes

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Pocas cosas se viven hoy en los países europeos sin que de algún modo se haga presente la realidad de todo el continente. Así acontece en la economía, la política, la cultura, la convivencia, el mercado laboral, también en la vivencia de la fe. Los encargados del servicio pastoral a los jóvenes en las provincias claretianas de España y Portugal llevan muchos años reuniéndose; a su encuentro de este año se han sumado compañeros venidos de Italia, Polonia y el Reino Unido. Loja (Granada) -donde muchos de los claretianos europeos de las últimas generaciones han hecho la experiencia del noviciado- les ha acogido durante cinco días.

Este tipo de encuentros tienen varios objetivos: convivir, celebrar la fe y la vocación compartidas, coordinar las acciones programadas en conjunto, informarse mutuamente de lo que pueda interesar a los demás y reflexionar sobre la realidad de los jóvenes y su tratamiento pastoral. Esta vez el grupo ha profundizado en los principios fundamentales de la pastoral vocacional claretiana con la compañía privilegiada de Juan Carlos Martos Paredes, secretario general de pastoral vocacional de la Congregación Claretiana. El segundo tema abordado, centrado en las características del acercamiento que la Iglesia debe realizar hoy a los jóvenes para ofrecerles el Evangelio, no tuvo un interlocutor de menos altura: Mons. Fernando Sebastián, también Misionero Claretiano, se dirigió a los presentes y después conversó fraternalmente con ellos. Una tercera reflexión sobre el tipo de lenguaje a utilizar en ese acercamiento pastoral y su reflejo en la convocatoria y la propaganda ocupó también parte del encuentro, con la guía en esta ocasión de Luis Martínez y Teresa Díaz-Borrego, agentes de pastoral muy implicados en la evangelización claretiana y buenos conocedores del tema.

Los reunidos, además de celebrar con sosiego la eucaristía diaria y cuidar los momentos de oración y recreación compartidas, repasaron algunas iniciativas programadas para los próximos años (Camino de Santiago, posibles encuentros de profundización vocacional, Jornada Mundial de la Juventud 2013…) e intercambiaron opiniones y esperanzas sobre el proceso de reorganización en el que nos hemos embarcado los claretianos europeos.

Que, recogiendo las sabias y valientes invitaciones de Juan Pablo II, sigamos construyendo una Europa que reconozca en sí la presencia de Dios y el papel humanizador de la fe, viva abierta al resto del mundo y cuide especialmente por el bienestar de los más débiles y castigados por la vida; criterios todos con una clara traducción en el mundo de los niños, adolescentes y jóvenes. Sigamos caminando.