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El P. Aquilino Bocos nombrado Cardenal por el Papa Francisco.

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En el Regina Coeli, de esta mañana de Pentecostés, el Papa Francisco ha comunicado el nombramiento de 14 nuevos Cardenales. Entre ellos el P. Aquilino Bocos Merino, cmf.  Un motivo de profunda alegría que acompaña a sus 80 años, en reconocimiento a una vida de servicio a la Iglesia, a la Vida Religiosa y a la Congregación de los Misioneros Claretianos.

El P. Aquilino Bocos Merino nació en Canillas de Esgueva, Valladolid, en 1938. Ingresó en el postulantado de Segovia en 1950 e hizo el noviciado en Ciudad Real en 1955 y profesando por primera vez en la Provincia Claretiana de Castilla el 15 de agosto de 1956. Siete años más tarde fue ordenado sacerdote. Tras su ordenación, amplió estudios de Filosofía en la Universidad Pontificia de Salamanca obteniendo también la diplomatura de Psicología Clínica por esa misma universidad. Al mismo tiempo desempeñó la función de formador del centro superior de filosofía y teología de los misioneros libaneses –Maronitas–. En 1967 fue nombrado formador del Teologado Interprovincial claretiano de Salamanca y en 1971 pasó, con el mismo cargo, al Teologado Interprovincial de Madrid.

En 1971 pasó a dirigir la revista Vida Religiosa, colaborando en el nacimiento del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid  y de la Editorial Publicaciones Claretianas, y poniendo en marcha las Semnanas Nacionales para Institutos de Vida Religiosa, que este año 2018 alcanzaron su 47 edición.

Finalizando el año 1979 fué elegido como superior mayor de la Provincia Claretiana de Castilla, compatibilizando su cargo con la presidencia de la FERE (Federación Española de Religioosos de Enseñanza, hoy Escuelas Católicas). La Congregación para la Educación Católica también le nombró delegado suyo para el encuentro internacional de la OIEC (Oficina Internacional de Escuela Católica). 

En el XX Capítulo General de la Congregación, celebrado en Roma en 1985 fue elegido Consultor General y encargándose directamente de los Institutos de Vida Religiosa de Madrid y Roma y del Instituto Juridicum de Roma. Más tarde, en 1991, en el XXI Capítulo General fue elegido como Superior General de la Congregación Claretiana y  reelegido para otros seis años 1997. Durante su gobierno llevó a cabo una puesta en práctica del servicio misionero de la Palabra en la Nueva Evangelización, ampliando la Congregación a nuevas fronteras, principalmente en Asia, África y en el Este europeo, y acentuó los esfuerzos para cualificar tanto la formación inicial como permanente de todos los claretianos.

Entre los años 1991 y 2003 fue miembro del Consejo de la Unión de Superiores Generales (reelegido por cuatro trienios) y desde 1991 a 1997 ha sido miembro del Consejo de los 16 de la CIVCSVA. Participó en el Sínodo sobre la vida consagrada de 1994; en la II Asamblea especial de Obispos para Europa de 1999 y en la XI Asamblea del Sínodo de los Obispos en 2002. Por otra parte, en 1994 fue nombrado por Juan Pablo II miembro de la Congregación de Religiosos, y confirmado por otros cinco años en 1999.

En el año 2004 al finalizar su mandato como superior general regresó a España para trabajar en las obras dedicadas a la animación de la Vida Consagrada que lleva adelante la comunidad claretiana de Buen Suceso de Madrid, dedicandose intensamente a la colaboración como profesor con el Instituto de Vida Religiosa, en el Consejo de Redacción la revista Vida Religiosa y con nuevos escritos y publicaciones para la Editorial Publicaciones Claretianas, y atendiendo también por todo el mundo a numerosas Congregaciones Religiosas a través de encuentros y conferencias.

La Provincia Claretiana de Santiago se enorgullece y celebra de este reconocimiento que el Papa ha otorgado al P. Aquilino.

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