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Aquilino Bocos: “Tengo que ser más testigo del don de Dios y del amor a la Iglesia”

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Fueron muchos los invitados a participar en la misa de acción de gracias por el nombramiento que desde el pasado mes de junio recayó en el misionero claretiano Aquilino Bocos. Así, el pasado sábado 7 de julio, en la Parroquia de San Antonio María Claret un nutrido grupo de amigos, familiares, claretianos junto a Provinciales de la Congregación en España y representantes y superiores de la familia claretiana, compartieron junto a él la alegría de su incorporación al colegio cardenalicio.

“Creo que este encargo que el Papa Francisco ha puesto sobre mi persona, no es sólo para mí; es un reconocimiento y estímulo a una manera de ser y significar la vida consagrada en comunión y participación con todas las formas de vida cristiana”, reconoció el cardenal y así lo expresó en la homilía.

La eucaristía, justo a tres semanas de haber sido ordenado de obispo en esta misma Parroquia, estuvo presidida, lógicamente, por el Cardenal Bocos; y concelebraron junto a él Pedro Belderrain, Provincial de los Claretianos de Santiago; y Elías Royón, Vicario Episcopal para la Vida Consagrada de la Archidiócesis de Madrid. “Congratulémonos por la benevolencia que el Papa Francisco ha tenido al elegir un religioso para hacerle testigo de la fe en la Iglesia y colaborador suyo”, subrayó el P. Bocos.

“Muchos me han preguntado ¿qué se siente cuando se recibe este nombramiento?”, se preguntó a sí mismo. “Por lo que a mí respecta y con la edad que tengo, lo he sentido como una apremiante invitación a vivir la última etapa de mi vida con mayor responsabilidad espiritual y misionera. Lo he dicho y lo repito: tengo que ser más testigo del don de Dios y del amor a la Iglesia”.

“Os confieso abiertamente que estos días me he sentido empujado a ser más misionero; más comprometido con mi vocación claretiana. Espero que me ayudéis con vuestra oración a vivir el alto y exigente ideal que nos dejó el P. Claret”, concluyó.

Seguidamente, en el patio del colegio Claret, hubo oportunidad de saludar personalmente y charlar con el nuevo cardenal en un refrigerio que se preparó expresamente para los asistentes.

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