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Fallece en Paraguay el misionero Alberto Ramón, cmf

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El religioso claretiano Alberto Ramón Lafuente (Zaragoza, 1951) falleció el pasado 30 de octubre en Asunción, a la edad de 67 años y tras 42 de sacerdocio. Su primera profesión la realizó en la Provincia de Aragón en 1968. Más tarde, pasó a ser claretiano de la Provincia de Santiago y finalmente, desde el año 2011, de San José del Sur. Llevaba trabajando en las ciudades paraguayas de Yhú y Lambaré desde el año 1979, dedicando su vida al servicio de los últimos.

Este sábado pasado, día 3, la Parroquia del Corazón de María de Zaragoza acogió un funeral por su eterno descanso al que asistieron su familia y la comunidad claretiana. En él, el P. José Luis Latorre, párroco encargado de presidir la misa, destacó cómo la muerte le sorprendió “haciendo lo que más le gustaba: ser misionero en Paraguay”. Al mismo tiempo que subrayó su talante “paciente y amble con todos. El Padre Alberto, buen hermano de comunidad y muy encarnado en la realidad del país donde misionaba, siguiendo paso a paso los avatares de la sociedad paraguaya”. Ciertamente, impelido del ímpetu misionero aprendió al poco de llegar el idioma guaraní, para así sentirse más próximo a todos, “sobre todo de los más humildes, de más edad y con menos estudios”, como él mismo dejó por escrito en una carta a la Congregación.

La noticia de su muerte ha sido muy sentida, causando grave impacto entre todos aquellos que tuvieron ocasión de tratarle a ambos lados del Atlántico, y tan pronto como los claretianos de Santiago tuvieron noticia de su muerte, el superior provincial, P. Pedro Belderrain, envió en nombre de la Provincia un mensaje de pésame a los claretianos de San José del Sur. Del mismo modo, ante la imposibilidad de participar en el funeral celebrado en Zaragoza, remitió unas líneas para expresar a los familiares del P. Alberto el pésame y la gratitud de la provincia por la vida de quien "se distinguió siempre por su corazón, su amabilidad y su disposición al servicio". En ambos textos el P. Belderrain recuerda con especial afecto a las comunidades cristianas de Paraguay, con las que el P. Ramón ha compartido muy intensamente los últimos cuarenta años de su vida". 

Del mismo modo, han sido muchas las personas e instituciones que han hecho público su aprecio por el P. Alberto. Entre los más cercanos a los claretianos, podría destacarse a la superiora general de las Misioneras de la Institución Claretiana, muy presentes también en Paraguay, que hizo público un gran elogio de su persona y ministerio.

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